De acuerdo
a los evangelios canónicos la Entrada a Jerusalén describe
el momento en que Jesús
de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén, en medio de una multitud que lo aclamaba como el Hijo de Dios. El Domingo de Ramos conmemora este hecho.
Antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y Betfagé, y el Evangelio de Juan
añade que cenó con Lázaro y sus hermanas
María y Martha. Ahí, se describe que Jesús envió a dos
discípulos (no mencionados) a la aldea cercana, con
órdenes de recuperar un borrico. "Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a
Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús les
dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino
atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien
os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo
devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo
del camino, y desataron.
Y unos
de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino?Ellos
entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el
pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También
muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles,
y las tendían por el camino.
Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces,
diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el
reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús
en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como
ya anochecía, se fue a Betania con los doce"

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