monte de los Olivos; y lo siguieron los discípulos.
Él se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra
y, arrodillado, oraba diciendo:
"Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz.
Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".
Y se le apareció un ángel del cielo
que lo animaba.
En medio de su angustia, oraba con más insistencia.
Y le bajaba el sudor a goterones, como de sangre, hasta el suelo.
Y levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos,
los encontró dormidos por la pena, y les dijo:
"¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación".
En medio de su angustia, oraba con más insistencia.
Y le bajaba el sudor a goterones, como de sangre, hasta el suelo.
Y levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos,
los encontró dormidos por la pena, y les dijo:
"¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación".
En la soledad de Getsemaní Jesús pudo haber tomado el
chance de escapar, de huir y librar su propia vida. Si lo hubiese hecho, ¿Qué,
entonces, hubiese pasado con nosotros? Jesús fue obediente a la voluntad de
Dios, Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los
pecadores. Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona.".
En ese momento Judas apareció con guardias y un grupo
de gente armada listos para tomar al Mesías en custodia.
Se acercó a Jesús y con un beso lo saludo. Esa era la
señal que había acordado con los líderes que organizaron el arresto. Fue de
esta forma que Judas, uno de los 12 discípulos, traicionó a Jesús.
horas antes habían cenado con él y ahora unos guardias se lo llevaban a espada. No les parecía justo, no tenia sentido que este hombre que se dedicó a mostrar amor hacia los demás y revelar las verdades de Dios al pueblo, fuera tratado como un criminal. Al ver esto,
Arrestándolo, llevaron a Jesús a la casa del sumo
sacerdote donde empezó su interrogación. Al siguiente día lo condenaron a
muerte en una cruz.
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